18 de mayo de 2018
Columna de Alfonso Gómez, Consejero del Centro de Innovación UC. La publicación original fue realizada el viernes 18 de mayo de 2018 en Economía y Negocios, El Mercurio.
El término “transformación digital” hace referencia a un nuevo tren de olas del tsunami digital, un fenómeno tan trascendente como inevitable que afectará la capacidad competitiva, el empleo y, en definitiva, la calidad de vida de todos nosotros. Si Chile aspira a ganar posiciones en la lucha por alcanzar un desarrollo pleno y sustentable, necesita acometer con máxima decisión y energía el desafío de ser un actor relevante o al menos un adoptador temprano de las tecnologías que -una vez más- cambiarán en forma radical las reglas del juego de la creación de valor en la empresa, en la sociedad y en el planeta. Fácil de decir, bastante menos sencillo de implementar.
La transformación digital no es un fenómeno reducible al dominio de la tecnología, sino incluye importantemente un cambio cultural, condición necesaria para potenciar nuestras capacidades para innovar. Tomando prestado un término de la industria financiera, necesitamos aumentar el “apetito de riesgo” del país en la causa de diseñar las políticas públicas, conformar los equipos, realizar las inversiones y cultivar las redes que nos permitirán entrar con todo a una carrera donde hay otros que nos llevan importante ventaja.
El panorama para Chile no es demasiado alentador si observamos variables como inversión en infraestructura tecnológica, desarrollo de competencias laborales o inversión pública y privada en investigación, innovación y desarrollo. En la carrera darwiniana por adaptarnos, la velocidad de innovación es fundamental. Un país pequeño y geográficamente lejano de los grandes centros de invención de nuevas tecnologías, necesitamos utilizar nuestros escasos recursos con gran eficacia, lo cual implica coordinación entre los actores de la triple hélice de la innovación (sector público, sector privado y academia), pero también requiere operar con un claro sentido de urgencia. Por esa razón el Centro de Innovación de la UC está desarrollando con importantes actores del sector productivo chileno una serie de proyectos asociativos con énfasis en tomar más riesgo y con un mayor sentido de urgencia. Por lo anterior, prefiero denominar como “Aceleración Digital” al estratégico paraguas bajo el cual cabe el conjunto de fenómenos que incluye a “big data”, inteligencia de máquinas, robótica, internet de las cosas, entre otros desarrollos que están cambiando nuestras vidas y la seguirán cambiando de manera cada vez más inevitable y radical.
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