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Laboratorios de Innovación Pública: crear políticas para y con las personas

26 de mayo de 2015


Como una de sus actividades de lanzamiento, el Laboratorio de Gobierno realizó en el Centro de Innovación UC un encuentro con Brenton Caffin, director de habilidades de innovación de la organización inglesa Nesta.

Para promover la cultura de la innovación y emprendimiento, el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini organizó junto al Laboratorio de Gobierno un meetup en el que los asistentes pudieron conocer la experiencia de laboratorios de innovación pública en el mundo a través de Brenton Caffin, director de habilidades de innovación de Nesta, organización no gubernamental inglesa dedicada a promover el desarrollo de buenas ideas que generen valor.

 

La ocasión fue el marco, además, para que el director ejecutivo del Laboratorio de Gobierno de Chile, Juan Felipe López, explicara la misión de este organismo y de este tipo de instituciones en el mundo, a través de los problemas que buscan solucionar: “los gobiernos, en general, parecen editoriales: publican leyes e instructivos, pero, ¿quién los ejecuta? El Laboratorio de Gobierno busca crear una nueva relación Estado-Ciudadanía, a través de nuevos y mejores servicios públicos centrados en las personas”, señaló. Para ejemplificar este trabajo, comentó que en un consultorio de Recoleta, están implementando mejoras administrativas nacidas luego de consultas y sugerencias de los usuarios del servicio, en un trabajo colaborativo.

 

Precisamente sobre la co-creación radica el éxito de los ejemplos enunciados por Brenton Caffin. En Australia, el Centro para la Innovación Social – Tacsi, enfrentó el desafío de reducir el número de menores de edad que eran puestos al cuidado del Estado, cifra que había aumentado en alrededor de 50% en una década. Para hacerlo, decidieron implementar un cambio en la metodología utilizada por las trabajadoras sociales, en el que abrieron un espacio para que las personas afectadas pudieran definir sus problemas a través del relato de sus historias. De esta manera sencilla, pudieron mejorar la calidad de vida de las familias y evitar separarlas.

Según Caffin, la clave para el éxito en la implementación de procesos innovadores, está en que el diseño de los mismos considere un planteamiento visual de la problemática, considerar a los usuarios finales de las soluciones propuestas, y, sobre todo, en colaborar e iterar en las ideas, dado que “no hay ideas perfectas cuando recién se formulan; es necesario contar con retroalimentación para mejorar”, señaló.

De esta manera es que, por ejemplo, los 43 miembros del equipo del laboratorio de innovación de Singapur, la PS21 Office, generaron, en un año, 520 mil sugerencias de mejoras en los servicios públicos, de las cuales se implementó un 60% que generó ahorros en la administración pública por alrededor de 55 millones de libras. En el mismo sentido, Sitra, en Finlandia ha permitido que el gobierno finlandés ahorre cerca de un billón de libras en materia de energías sustentables.

Prototipar versus el bigbang

Consultado por el público presente en el auditorio del Centro de Innovación UC, Caffin se refirió a la forma de disminuir el riesgo en la implementación de nuevas políticas o cambios innovadores, dada la baja tolerancia de la sociedad al error. Para hacerlo, “una de las maneras de disminuir el riesgo es prototipar y no generar el ‘bigbang’ y que (la iniciativa) falle de manera estrepitosa. Conseguirlo es un proceso educativo que parte en los ministerios y el gobierno, dada la costumbre existente de anunciar las iniciativas por todo lo alto. Asumir que cualquier institución va a hacer todo bien todo el tiempo, no es realista; no hay que tener al gobierno en un pedestal, pero hay que generar más diálogo acerca de aquello que creamos juntos, más retroalimentación para mejorar lo que hacemos juntos: participación. Decirle a las personas: ‘no hemos resuelto todas las fallas, pero podemos mejorarlo juntos, dado que esto ya está bien para probarlo, pero dígannos qué es lo que no funciona’”, señaló.

En este sentido, para el experto de Nesta uno de los desafíos es replantear la creación de políticas públicas: “Esta es una oportunidad para repensar los gobiernos y cómo implementan soluciones. Parte de eso es tratar de educar a los ministerios y al público. En Australia, por ejemplo, hay pequeños grupos encargados de hacer recomendaciones que van desde grandes cambios regulatorios hasta la iluminación de calles por las noches. Hay que hacer que las personas se involucren en el proceso y les importe el resultado. en esa medida las autoridades políticas también verán la importancia de estos temas”.