4 de noviembre de 2022
Columna de Pedro Bouchon Vicerrector de Investigación UC y Presidente del Consejo Directivo del Centro de Innovación UC. La publicación original fue realizada el 04 noviembre del 2022 en El Mercurio.
La sistematización de ataques cibernéticos ha dejado de manifiesto la necesidad de pensar de manera holística la estructura de la seguridad digital en nuestro país, existiendo riesgos tanto en las esferas privada como pública. Asimismo, las vulneraciones a la sociedad civil reafirman la transversalidad de las amenazas, lo que obliga a enfrentar responsablemente estos desafíos con un verdadero sentido de urgencia.
El reciente informe de IBM sobre filtración de datos, basado en grandes ataques a 17 países (550 organizaciones), entre marzo 2021 y marzo 2022, demuestra que el costo promedio de un quiebre de seguridad en el mundo alcanza los USD 4.35 millones, representando un aumento de 2,6% respecto de 2021. Lo anterior permite dimensionar, en perspectiva, la magnitud de los más de 9.4 millones de intentos de ciberataques sufridos en Chile durante el año pasado, como reporta Fortinet.
El diálogo en torno a la seguridad digital requiere de actores de distintas disciplinas que, desde un enfoque colaborativo, pongan al servicio su conocimiento y aptitudes para actuar con agilidad y afrontar las amenazas cibernéticas. De ahí la relevancia del impulso que estamos gestando desde la Universidad Católica, junto a Microsoft, para desarrollar una Hoja de Ruta de Ciberseguridad para avanzar en el nivel de madurez nacional en esta materia, integrando representantes del ecosistema, tanto públicos como de la academia, la sociedad civil y el sector privado. Esto, pues es de responsabilidad común proteger la vulnerabilidad de la infraestructura crítica y transitar hacia la digitalización de manera segura, estableciendo mecanismos y espacios de confianza para compartir buenas prácticas. Por eso se hace necesario sentar las bases para lograr una institucionalidad con liderazgo, centrado en un marco ético, técnico y legal. Asimismo, se debe trabajar en la instalación de capacidades junto con el desarrollo de talento humano para abordar las distintas capas de la ciberseguridad, junto con el conocimiento experto global.
Un desarrollo decidido nos permitiría posicionar a Chile como hub regional de ciberseguridad y, para ello, es clave tener una mirada estratégica, con foco táctico para implementar en el corto plazo, iniciativas de alto impacto acorde a las necesidades de todos los actores.
Hoy se hace crítico definir cómo abordar este desafío. El esfuerzo debe unir voluntades, contar con las competencias requeridas y ser coordinado integralmente con inteligencia, para responder a esta problemática de manera urgente. Este empeño requerirá fuerte desarrollo tecnológico, lo que a su vez, permitirá constituir un potente motor de innovación y crecimiento para el país.
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