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Doctorados al servicio del desarrollo del país: mejores prácticas en la vinculación de doctores con la industria

4 de mayo de 2017


Universidades, especialistas internacionales, autoridades de gobierno y empresas presentaron las mejores prácticas, desafíos y oportunidades relacionadas a la creación de un programa de doctorado industrial en Chile.

Como una oportunidad de prioridad nacional calificaron autoridades públicas y representantes de empresas la vinculación de capital humano avanzado en el sector productivo, durante la jornada «Doctorados al servicio del desarrollo del país: Cooperación universidad-industria». Este encuentro intersectorial, que abordó casos de éxito de empresas y directores de programas doctorales de universidades nacionales, se enmarcó en el proyecto Corfo Ingeniería 2030, el cual es liderado por la iniciativa The Clover de la Facultad de Ingeniería UC.

Este encuentro se suma a los esfuerzos de la Universidad de crear el primer Doctorado con la Industria, único en la UC con estas características, que forma profesionales con capacidades de investigación vinculadas a las necesidades de la industria. Mediante este programa, estudiantes de doctorado vinculan los descubrimientos de sus investigaciones con los actuales desafíos del sector productivo.

“La Univerisdad Católica está fomentando el concepto de currículo invisible, donde invitamos a nuestros estudiantes a participar de talleres de habilidades transversales, para que comprendan el ciclo completo de formación de conocimiento, la traducción y transferencia del mismo», declaró el Vicerrector de Investigación UC, Pedro Bouchon, en la bienvenida del encuentro.

«Necesitamos que los estudiantes tengan más sed de competencia para abordar problemas complejos de la industria, que directamente les ayuda a su inserción laboral (…) Esta jornada es un paso elemental para diversificar las capacidades de los profesionales de mañana”, afirmó.

Entre los expositores destacaron la gerente de capacidades tecnológicas de Corfo, Marcela Angulo; el Presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Alfonso Muga; el director del programa Fondef de Conicyt, Khaled Awad; y la directora de la ONG inglesa VITAE, Janet Metcalfe.

Fuerza laboral más competitiva para el desarrollo del país

“Estamos en una época de cambios tecnológicos vertiginosos con ciclos de obsolescencia tecnológica abismantes, y la forma en la que hacíamos las cosas no es una receta del éxito», dictaminó la Gerente de Capacidades Tecnológicas Corfo durante su ponencia. De acuerdo a los últimos Global Entrepeneurship & Development Index y Global Competitiveness Report, que ubican a Chile en el puesto 18 y 35, respectivamente, el país continúa consolidando sus avances en materia de emprendimiento.

A pesar de ello, instó Angulo, decreciente productividad en industrias estratégicas como la minera, forestal pesquera y acuicultora, dan cuenta de la baja diversificación y sofisticación de las mismas.

En esta línea, el programa de Corfo responde a una tendencia mundial en la renovación de las escuelas de ingeniería, entendiéndolas como un importante factor de desarrollo para el país. «A través de este programa promovemos una fuerza laboral más competitiva”, señaló Angulo.

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En respuesta a las brechas de competencias en el capital humano nacional, Angulo propuso una estrategia de «long life learning» (educación permanente de adultos) como herramienta efectiva en el corto plazo. Para sectores específicos, argumentó, se deberán promover mayores incentivos a la oferta y fortalecer las becas. Además, la Gerente de Capacidades Tecnológicas destacó la oportunidad para universidades nacionales de ofrecer de doctorados industriales más baratos que en casas de estudio extranjeras, sirviendo como herramienta para potenciarlas.

Respecto a este último aspecto, el Presidente de la CNA, Alfonso Muga, agregó que el refinamiento de programas doctorales en el país ha sido acompañado por un crecimiento constante en la oferta, lo cual ha dificultado la acreditación de los mismos. En los últimos 10 años, la oferta prácticamente se duplicó, de 135 programas en 2007 a 262 hoy. La asimetría en la calidad de los programas, explicó Muga, ha limitado la producción científica nacional a pocas universidades.

«De acuerdo a cifras de la OCDE, Investigadores que se mueven entre instituciones es un 20% más alto comparado a aquellos que no lo hacen. Por eso, para avanzar hacia doctorados de calidad internacional, debemos aumentar la movilidad de investigadores y la colaboración entre sectores», declaró.

Janet Metcalfe: Experiencia del Reino Unido en doctorados industriales

«Crear un doctorado industrial requiere que todos los actores involucrados, es decir, universidad, empresa e investigador, tengan un nivel de consciencia sobre las circunstancias de cada uno, algo que no es impartido formalmente en la mayoría de los programas», explicó Janet Metcalfe, Directora de la ONG inglesa VITAE, que promueve la formación de doctores más allá de la carrera tradicional en la academia.

«Todo el ambiente académico está cambiando y cada vez más doctores están mirando hacia desafíos mundiales para abordarlos en sus proyectos de investigación. Universidades ya están respondiendo a problemas como cambio climático, envejecimiento poblacional y alimentación, entre varios otros. Creo que se volverá algo plenamente aceptado que programas doctorales, en complemento a esto, también aborden problemas prácticos. La sincronía con la industria, explicó, es evidente, ya que son profesionales muy experimentados en solucionar problemas y ofrecen una perspectiva fresca a problemas que pueden mantener estancada a una empresa», diagnosticó la experta inglesa.

El Vicedecano de la Facultad de Ingeniería UC, Enzo Sauma, junto a la Directora de VITAE, Janet Metcalfe

El Vicedecano de la Facultad de Ingeniería UC, Enzo Sauma, junto a la Directora de VITAE, Janet Metcalfe

Estas capacidades son abordadas por el Research Development Framework o «RDF» (Modelo para el desarrollo de investigadores) desarrollado por Vitae, que desde su concepción en 2009 ha sido aplicado en universidades europeas, asiáticas y africanas. El RDF auna más de 60 competencias necesarias para formar a un doctor exitoso y son, de acuerdo a Metcalfe, elementos necesarios en la articulación de un programa de doctorado industrial. Si bien un programa de doctorado tradicional fomenta -por sobre todo- el desarrollo de conocimientos del área, habilidades cognitivas y creatividad, deja de lado la capacidad de gestión de proyectos y de impacto, entre otros atributos, que necesarios para que un doctor se pueda desenvolver más allá de la academia.

Vitae RDF

El Research Development Framework (RDF) desarrollado por Vitae reune los atributos que definen a «un doctor exitoso».

El éxito del RDF en el Reino Unido (UK) ha resultado en la vinculación de numerosos programas de doctorado con la industria. El gigante de aeronáutica Rolls-Royce es uno de los casos más conocidos, que desde hace más de dos décadas colabora con 31 casas de estudio de UK y el resto del mundo, para captar talento tempranamente y apoyar las líneas de investigación de la empresa de manera directa.

Aunque no sólo empresas de industrias STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas) como el sector farmacéutico y de biociencias mantienen programas de doctorado industrial. Según Janet Metcalfe, «el Consejo de Investigación de Artes y Humanidades de UK tiene programas colaborativos con museos, teatros y centros culturales. ¿Por qué? Porque todas las organizaciones tienen problemas que pueden ser resueltos a través de la investigación aplicada».

Buenas prácticas de Chile y el mundo

En concordancia con el análisis de Janet Metcalfe, los investigadores Andrea Detmer y Gonzalo Zapata presentaron los resultados preliminares de un estudio realizado en colaboración con la CNA, que analizó buenas prácticas en programas de doctorado industrial internacionales, entendidos como una herramienta para enriquecer ecosistemas de investigación y desarrollo.

El estudio contempló 4 casos internacionales (Universidad Técnica de Dinamarca, Universidad Técnica de Eindhoven, Universidad de Queensland y la Universidad de Notthingham) y constató que los requerimientos para estudiantes de un PhD industrial pueden ser mayores que los normales, por demandas de las empresas.

Especial mención obtuvieron prácticas de mobilidad intersectorial, como en el caso de programas colaborativos con la industria de la Universidad de Nottingham (UN). Además de enmarcar la formación del investigador en el RDF de Vitae, los doctorados industriales de la UN consideran 3 prácticas de 7 semanas cada una en diferentes laboratorios, y «Escuelas de primavera» con talleres y visitas a empresas. Otras universidades, como la Universidad Técnica de Dinamarca, ponen mayor énfasis en metodologías de gestión y financiamiento de proyectos.

La experiencia internacional demuestra que el «Doctorado Industrial es un instrumento integrado al ecosistema de innovación», concluyó Magdalena Walczak, Directora de Postgrado de la Escuela de Ingeniería UC. «Mantiene los mismos estándares académico de un doctorado ‘tradicional’ y demuestra flexibiliad en los criterios asociados al proceso formativo y el desarrollo de competencias relevantes para la empresa». No obstante, la presentadora enfatizó en que «se necesita un subsidio público robusto para contribuir en esta cooperación universidad-industria, con capacidad de involucrarse en él y para asegurar la calidad del programa».

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La productora de alimentos Cargill también dio cuenta de su estrategia de vinculación con doctores durante la jornada. Jorge Pino, investigador de Cargill, presentó el modelo de innovación abierta de la empresa, que colabora con 15 universidades y empresas en sus centros de investigación ubicados en Noruega, Estados Unidos y Chile. 30 doctores ya están vinculados con Cargill a nivel mundial a través del modelo de innovación abierta, resultando en 15 publicaciones científicas asociadas a proyectos de investigación.

En la Región de los Lagos, investigadores del Cargill Innovation Center Colaco desarrollan alimentos funcionales para combatir la incidencia de piojos de mar en salmónidos. Además, en colaboración con la Universidad de Concepción, doctores UC desarrollan un booster oral en contra de SRS en salmones, mediante microencapsulación de antígenos de P. salmonis.

«La investigación y el desarrollo tecnológico son cada vez más importante en Chile», opinó Dr. Álvaro Orellana, Gerente de  Ingeniería e Innovación de Komatsu Reman Center Chile, otra de las empresas expositoras de la jornada. «Hoy la necesidad de doctorados en la industria es real, ya que la industria requiere resolver temas complejos y locales».

Komatsu Reman Center Chile actualmente emplea a 4 doctores en cargos directivos en el área de remanufacturización de componentes y ejecuta proyectos de I+D para sistemas de predicción de fallas de equipos y equipos de monitoreo de calidad, entre otros.  También Orellana enfatizó en la necesidad de un sistema de mayores subsidios públicos para incentivar la vinculación, con el objetivo de generar una «masa crítica» de investigadores en el sector. «Un doctor atrae a más doctores», concluyó.