16 de agosto de 2021
Debido a la gran competencia que existe actualmente en el mercado, las organizaciones deben encontrar diferentes fórmulas para diferenciarse del resto. El poder de tomar decisiones de manera ágil y basadas en datos, es un beneficio que las ayuda a cumplir con las expectativas de sus clientes y consumidores.
Es común ver organizaciones que aún se basan en las experiencias y los conocimientos de sus colaboradores para tomar decisiones. Aunque estas variables siguen siendo importantes, hoy frente a la velocidad con que ocurren los cambios resulta imperativo el empleo de los datos para mejorar su funcionamiento.
Está comprobado que las empresas con sistemas que capturan y gestionan datos, tanto internos como externos, pueden reducir la cantidad de errores forzados, permitiéndoles tomar decisiones más certeras.
La toma de decisiones basada en evidencia es más efectiva, puesto que elimina los sesgos inherentes a la persona o equipos, además de permitir responder rápidamente. Por ello, en términos generales, quienes utilizan análisis de datos en sus decisiones son más eficientes y productivos.
Además, esta forma y cultura de trabajo a nivel corporativo entrega el beneficio de optimizar los procesos internos y empoderar a todos los funcionarios y colaboradores de la empresa.
Así mismo, los datos ayudan a las empresas a identificar sus ventajas competitivas y oportunidades de mejora, siendo una herramienta de negocio relevante para el diseño de planes a corto, mediano y largo plazo. De esta forma resultan un gran aliado cuando se ponen rápidamente a disposición de las personas adecuadas y con el análisis necesario para extraer así el mayor valor a la información que entregan
Es importante recalcar que esta forma de trabajo requiere una cultura de uso de datos para la gestión y definiciones de negocio, impulsada por directivos que reconozcan su valor y la importancia de contar con las tecnologías adecuadas para su generación y utilización adecuada y a tiempo. Las organizaciones que logren esta forma de trabajo tendrán muchas más probabilidades de mejorar en la toma de decisiones, el desempeño financiero, la productividad, los riesgos y los costos.