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Envejecimiento de la población: desafíos de movilidad y jubilación

8 de marzo de 2019


“No hay una receta única final para mejorar el bienestar de los adultos mayores, pero lo que sugiere la literatura es que cuanto menos el bienestar de una persona dependa sólo de sus ingresos, mejor calidad de vida tendrá», opinó el académico UC, Ignacio Madero-Cabib al referirse sobre los desafíos que implica la jubilación para […]

“No hay una receta única final para mejorar el bienestar de los adultos mayores, pero lo que sugiere la literatura es que cuanto menos el bienestar de una persona dependa sólo de sus ingresos, mejor calidad de vida tendrá», opinó el académico UC, Ignacio Madero-Cabib al referirse sobre los desafíos que implica la jubilación para la población de adultos mayores en Chile y el mundo. El investigador se presentó junto a representantes del sector público y privado en el seminario «Ciudades para personas mayores: Desafíos y oportunidades», organizado junto a SeniorLab y el Centro de Estudios de la Vejez (CEVE UC), dando cuenta del complejo escenario de la población adulto mayor en hacia la próximas décadas.

Mientras en 1990 el 6% de la población tenía más de 65 años, en la actualidad es el 11%. En poco más de una década, argumentó Madero-Cabib, Chile se encontrará en un punto de inflexión, ya que según estimaciones de la CEPAL, habrán más personas de tercera edad que menores de 14 en 2030. Según el investigador, esta tendencia acentúa los problemas de la jubilación, que se traduce en una baja pensión para el 72,5% de los jubilados (según el PNUD, se entiende como una pensión inferior al 70% del sueldo mínimo “bajo el mínimo”). Es por esta razón que, en promedio, la edad efectiva de jubilación es hasta 7,2 años más que la edad legal de jubilación. «A futuro necesitamos atrevernos a pensar en una lógica más mixta para nuestro sistema de pensiones, como también en mecanismos para apoyar a mujeres, ya que usualmente interrumpieron su trayectoria laboral en beneficio de sus hijos”, concluyó.

Ciudades amigables para adultos mayores

Más allá de la extensión de la actividad laboral, el país no cuenta con un subsidio o políticas publicas de empleo orientadas específicamente a este sector de la población. Por lo demás, adultos mayores en Chile reciben un sueldo equivalente a dos tercios del promedio de la fuerza laboral más joven. Es por esta razón que, según el investigador, estas medidas deben considerar no sólo los beneficios financiaros de una jubilación tardía, sino que también factores como horarios más flexibles, condiciones laborales que resguarden la integridad física y servicios como tarifas amigables para el transporte público”.

El alcalde de Renca, Claudio Castro, enfatizó en este último punto, asegurando que «tendemos a asociar los desafíos de los adultos mayores netamente a la salud. Sin embargo, en nuestra encuesta de la Municipalidad de Renca sólo 5% de los encuestados lo indicó así. La edad no puede ser impedimento para formar vínculos en Ciudades Amigables».

Se sumó a estas declaraciones Rosita Kornfeld, Experta Independiente de las Naciones Unidas de los DDHH de las Personas Mayores, refiriéndose al Protocolo de Vancouver, un grupo de directrices de la OMS para ciudades «age-friendly«. «Las ciudades amigables no tratan de un problema relegado a la arquitectura o al urbanismo. Significa que tengas un centro de salud cerca. Que cuentes con una plaza en la que puedas participar. Que no haya exclusión, sino inclusión social en espacios como los municipios. La suma de todos estos factores es una mejor salud física y cognitiva», declaró Kornfeld.

Una solución que busca hacer frente a este desafío es RedActiva, una iniciativa público-privada del Centro de Políticas Públicas y la Escuela de Diseño UC, en conjunto con la Asociación de AFP de Chile. y es desarrollada por el Laboratorio de Innovación Pública con el apoyo de la Fundación Oportunidad Mayor. Esta iniciativa, promueve la movilidad de los adultos mayores en la ciudad por medio de servicios y beneficios implementados en la ciudad.

Por medio de una «BandaActiva», que igualmente funciona como tarjeta Bip! para el transporte público, adultos mayores en Puente Alto tienen mayor tiempo para cruzar semáforos, pueden avisar a conductores de buses que desean ingresar o descender del vehículo, servicios sanitarios más accesibles y preferencia en la búsqueda de taxis. Además, la municipalidad de Puente Alto, en colaboración con RedActiva, seleccionó rutas peatonales amigables que, por medio de incentivos en forma de descuentos y ofertas en el comercio, llaman a personas mayores a combatir el sedentarismo. Desde el exitoso comienzo de su piloto en 2017, 6.700 adultos mayores han sido beneficiados. RedActiva explora actualmente implementar estas soluciones en otros municipios.

 

Revisa la galería de la actividad aquí:

Seminario Envejecimiento de la Población