24 de abril de 2014
Luego de más de dos años desde que se pusiera la primera piedra para su construcción, el nuevo edificio que alberga el Centro de Innovación UC está terminado en su obra gruesa y ya se está haciendo uso de algunos espacios. Es así como el equipo de trabajo se encuentra instalado en el quinto piso de la edificación, ubicada en pleno Campus San Joaquín de la Universidad.
Pese a que el nuevo edificio no está aún totalmente operativo -se está avanzando rápidamente en los últimos detalles-, el traslado definitivo a sus nuevas dependencias se llevó a cabo el 14 de marzo, como una forma de comenzar a “colonizar” este espacio y dotarle del espíritu propio del equipo de trabajo.
El presidente ejecutivo del Centro de Innovación UC, Alfonso Gómez, explica que el mundo de la innovación no es sólo uno de teoría y de conceptos sino también uno de acción y que entiende de recompensas y de riesgos. “Es absolutamente coherente con la naturaleza del mundo de la innovación el que no hayamos esperado a que el edificio estuviera terminado para cambiarnos. Llegamos aquí en plan muy de emprendedores, de pioneros, con la convicción de que un ambiente se construye no sólo a partir de su dimensión física sino además y, por sobre todo, con su alma. Y a pesar de los ruidos y de la falta de ascensores, estamos íntimamente muy contentos de que esto es una realidad que ya partió”.
Las primeras actividades que se desarrollaron en el Centro fueron las clases correspondientes al Certificado de Innovación y al Certificado de Emprendimiento 2014, liderados respectivamente por las Facultades de Ingeniería y Administración de la Universidad.
El nuevo edificio
El proyecto arquitectónico del nuevo edificio del Centro de Innovación UC estuvo a cargo del destacado arquitecto de esta Universidad, Alejandro Aravena, quien ha diseñado proyectos innovadores de viviendas sociales y cuenta con una reconocida trayectoria en el ámbito internacional. La ingeniería estructural, por su parte, fue ejecutada por la empresa SIRVE, líder en soluciones antisísmicas.
Desde su concepción arquitectónica, este edificio fue pensado como uno muy distinto a cualquier otro. Según indica Alfonso Gómez, “se trata de un espacio icónico y emblemático, que apunta a profundizar y acelerar la conformación de una nueva cultura en la universidad y que está diseñado de manera tal, que desde cualquier ubicación en un piso no hay cómo no interactuar con lo que sucede en otros lugares del mismo”.