13 de julio de 2018
Con una nueva mirada regresó el grupo de 20 chilenos que viajó durante seis días por el hábitat de innovación y emprendimiento de Israel. La gira se realizó en el marco del Magíster de Innovación UC, el cual busca realzar enseñanzas y establecer vínculos con los distintos actores que conviven en ecosistemas exitosos en el mundo.
La gira consideró un recorrido por 15 distintas entidades, incluyendo oficinas de transferencia tecnológica de universidades, incubadoras, capitales de riesgo, y startups que desarrollan productos y servicios de alta tecnología.
Con una inversión equivalente al 4,3% de su PIB, Israel es el país de la OCDE que más invierte en investigación y desarrollo. El liderazgo del país de medio oriente de 8,5 millones de habitantes y más de 5 mil startups registradas, corresponde a una colaboración virtuosa entre centros de conocimiento, incubadoras y capitales de riesgo, y empresas de alta tecnología. A ello se suma que por cada 10 mil habitantes, el país cuenta con alrededor de 140 científicos que contribuyen a la generación de conocimiento y el desarrollo de tecnología.
Otro actor importante de esta red son las más de 300 compañías multinacionales como Intel, General Motors, Sony, Facebook y Apple, que hoy cuentan con filiales locales para prospectar tecnología y estar al tanto de startups disruptivas. Y la fuerte presencia del país en materia de innovación pareciera ir sólo incrementando desde su autoproclamación como “Startup nation”: China ha aumentado de manera sostenida su inversión en emprendimientos israelíes, alcanzando un total entre US$ 500 y US$ 600 entre 2015 y 2017.
“Es interesante cómo a pesar de ser el país con la mayor cantidad startups percápita en el mundo, nuestra mirada aun caiga primero en Silicon Valley”, destaca Julio Pertuzé, docente del magíster tras su regreso de la gira. En la bolsa Nasdaq cotizan actualmente 96 empresas de Israel, superado únicamente por China y Estados Unidos. La razón detrás de ello, explica Pertuzé, radica en la particular cultura del país.
Con una geografía desértica, Israel es un país pobre en recursos naturales. Por esta razón, la cultura emprendedora de Israel es influenciada fuertemente por la situación geopolítica del país. El ejército, que igualmente juega un rol importante como inversionista en soluciones de alta tecnología, también contribuye a la formación de profesionales, quienes antes de ingresar a la universidad deben absolver hasta 3 años en el servicio militar.
Con un mercado local así, “el emprendedor tiene su estrategia de exit –la venta de una startup por parte de su fundador- clara desde el comienzo. Es por esta razón que el emprendedor allá es incisivo y asertivo. Ese es el ‘Chutzpah’”, destacó Pertuzé.
Producto de estas condiciones, el país cuenta hoy con importantes exits en la última década. La conocida aplicación de navegación urbana Waze fue adquirida por Google en 2014 por mil millones de dólares. Por el sistema de prevención de cibercrimen Trusteer, IBM pagó US$ 800 millones en 2013. Cisco compró NDS, la empresa detrás de un exitoso sistema antipiratería para los contenidos de emisoras televisivas, en US$5 mil millones.
El exit más grande se concretó en 2014, cuando Intel adquirió la tecnología de asistencia de conducción MobilEye. Contribuyendo al desarrollo de vehículos autónomos, MobilEye complementa dispositivos de reconocimiento con un dashboard que entrega alertas de señalética y advertencias de colisión con peatones u otros vehículos. A la fecha, más de 25 millones de vehículos en el mundo ya utilizan tecnología MobilEye. El gigante de TI adquirió la startup por US$ 15,5 mil millones.
”El caso de MobilEye, tecnología desarrollada en la Universidad de Jerusalén, no sólo es un valioso ejemplo de vinculación universidad-industria. También demuestra que no es necesario que a las empresas se les ocurran todas las ideas. Pueden y deben apalancarse con la academia y emprendedores para mantener un liderazgo competitivo”, destacó Francisco Pizarro, Subdirector de I+D con la Industria del Centro de Innovación UC.
Pizarro también enfatizó en el rol del Estado de Israel, el cual mediante un modelo de inversión 6:1 (equivalente a un 85% financiado por el agencias gubernamentales) y modelos de retribución en ventas de largo plazo, permite cultivar startups de alto impacto en tempranas etapas de desarrollo.
“Nos llevamos importantes enseñanzas en cultura académica, ya que es muy difícil enseñar innovación sin haberla hecho uno mismo y si queremos cambiar cultura, es fundamental que lo proyectemos desde los investigadores”, enfatizó René Rojas investigador de la Facultad de Química UC y Coordinador del Doctorado con la Industria UC para facultades de Ciencia. “En el nuevo programa de doctorado industrial estamos plasmando esto, para innovar desde la investigación. Pero este tipo de transformaciones sólo son posibles a través de una asociación fuerte entre universidades, empresas y emprendedores”, concluyó.