2 de diciembre de 2021
Columna de Pedro Bouchon, Vicerrector de Investigación UC y presidente del Consejo Directivo del Centro de Innovación UC. La publicación original fue realizada el 02 de diciembre del 2021 en El Mercurio.
Vivimos en el mundo de la obsolescencia acelerada. En consecuencia, las instituciones y organizaciones que generan conocimiento, promueven la innovación y diseñan las políticas públicas deben estar preparadas para adaptarse ante la velocidad de los cambios. En este contexto, cabe preguntarse ¿Cómo la innovación y las ideas convergen hacia modelos eficientes para el desarrollo y qué rol juegan los datos y la información en las tendencias de innovación?
Desde una mirada retrospectiva, la irrupción de la pandemia por COVID-19 generó incertidumbre respecto de su incidencia en el nivel de desarrollo de innovación. Todo apuntaba a que vendrían grandes recortes de inversiones en esta materia, sin embargo, el Índice Mundial de Innovación 2021 señala lo contrario. Los acuerdos de capital de riesgo aumentaron un 5,8% el 2020, superando la tasa de crecimiento media de los últimos 10 años. El mismo informe revela que las empresas que más innovaron durante la pandemia fueron las de servicios de software y tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y las de hardware y equipos eléctricos de TIC, entre otras.A partir de este escenario, la relación entre innovación y trasformación digital se estrecha.
La utilización de más datos e información en las decisiones de mejora permite dirigir de forma más eficiente los recursos, facilitándole a muchas empresas enfrentar el desafío de la transformación digital para abordar de manera eficiente la velocidad de la información y la toma de decisiones.
Esto lo detecta con claridad la Hoja de Ruta de Trasformación Digital para la Reactivación Económica, desarrollada por Microsoft y el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, que junto a un grupo multidisciplinario de expertos, refuerza la noción de que el tránsito desde la digitalización hacia la transformación digital requiere de innovación y de la toma de decisiones basada en evidencia. Estos constituyen activos cruciales para el manejo de la contingencia y la prospección de nuevos escenarios.
En particular, el diagnóstico compartido reconoce fundamentalmente avanzar en: 1) cerrar brechas de la población en alfabetización e infraestructura digital, 2) desarrollar talento digital, incluyendo formación escolar, técnico-profesional y universitaria, 3) implementar y desarrollar la tecnología habilitante requerida y el uso efectivo de datos, y 4) desarrollar modelos organizacionales y culturales para la transformación digital.
Iniciativas como estas permitirán alcanzar soluciones escalables y de alto impacto que ayudarán ciertamente a la reactivación económica, y con ello avanzar en el Índice Mundial de Innovación, el cual encabezamos en la región, pero nos mantiene a gran distancia de los líderes. Hemos generado tremendos innovadores que inspiran. Debemos ser astutos y audaces para, en este camino, impulsar con vigor a las pequeñas y medianas empresas, aprovechando la fuerza de la Innovación.
Revisa aquí la versión impresa.