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Recomendación de lectura: “El arte y la ciencia de no hacer nada” de Andrew J. Smart

2 de abril de 2020


Actualmente la resiliencia es clave para generar capacidad de adaptación dentro de las organizaciones, siendo fundamental generar espacios de conversación entre los distintos actores y confiar en los recursos disponibles para salir adelante. En este contexto, nuestros asociados fueron parte de la charla online «Capacidad de adaptación y resiliencia en organizaciones» donde expuso la Directora […]

Actualmente la resiliencia es clave para generar capacidad de adaptación dentro de las organizaciones, siendo fundamental generar espacios de conversación entre los distintos actores y confiar en los recursos disponibles para salir adelante. En este contexto, nuestros asociados fueron parte de la charla online «Capacidad de adaptación y resiliencia en organizaciones» donde expuso la Directora del Centro de Buen Trato de la Pontificia Universidad Catolica de Chile, Ana Maria Aron, quien recomendó “El arte y la ciencia de no hacer nada”.

Si bien el título de este libro pareciera responder de manera casi irónica al nuevo día a día que conlleva la contingencia mundial, “El arte y la ciencia de no hacer nada” no debe ser malentendido como una publicación de autoayuda. Andrew Smart, científico e ingeniero que profesionalmente se ha dedicado a la intersección entre neurociencia, cultura y política, presenta lo que sucede con el cerebro cuando estamos “haciendo nada”.

Es necesario comprender que uno nunca está realmente “haciendo nada”, ya que el cerebro nunca deja de operar. Nos referimos más bien a un modo de trabajo “basal” de este órgano, que se activa cuando uno deja de hacer alguna actividad particular, como ver televisión, leer o escribir, por ejemplo. Entramos en este modo de trabajo “basal” cuando vemos las nubes, meditamos o escuchamos música, por ejemplo. El libro de Smart ofrece interesantes conclusiones de la ciencia sobre este modo, como por ejemplo una mayor facilidad de creatividad. No es casual que las grandes ideas coincidentemente se nos ocurran manejando o que en el baño nos acordemos de algo que no podíamos antes.

Hoy estamos marcados por una educación del hacer, pero es importante comprender que el hacer más no necesariamente significa ser más productivo. Antes de la masificación de la televisión y posteriormente la internet, uno pasaba mucho tiempo sin hacer nada. Ahora la gente está constantemente ocupada y se angustia ante la posibilidad de no estarlo, algo que ha quedado en evidencia ante la situación doméstica de cuarentena en las últimas semanas. El permitirse estos espacios de no hacer nada, que históricamente ha estado relegado más bien a los hombres, debiera ser algo propio de nuestra vida cotidiana.

 

El arte y la ciencia de no hacer nada” de Andrew Smart está disponible en español en Tajamar Ediciones.