15 de abril de 2022
Columna de Pedro Bouchon Vicerrector de Investigación UC y Presidente del Consejo Directivo del Centro de Innovación UC. La publicación original fue realizada el 15 de abril del 2022 en El Mercurio.
La pandemia que enfrentamos ilustra con claridad la creciente interconexión e interdependencia que existe entre la salud humana, animal y los ecosistemas. Esta relación que recoge internacionalmente el concepto de “Una Salud” busca, a través de un enfoque integrado, comprender el efecto de las actividades asociadas a cada una de estas dimensiones y su interacción, con el fin de lograr un balance sustentable de la salud planetaria.
Los riesgos sanitarios producto de la globalización e interdependencia tienen un impacto directo en el mundo. Como refiere la Organización Mundial de Salud Animal (OIE), el 75% de las enfermedades emergentes proviene de animales salvajes o domésticos (Taylor et al., 2001). Por lo mismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está abordando con fuerza el efecto de las enfermedades o infecciones que se transmiten de forma natural de los animales vertebrados a los humanos (zoonosis) investigando e innovando para evitarlas y enfrentarlas.
La prevención de enfermedades, más que la reacción frente a su aparición, requiere un enfoque unificado que permita anticiparse. En la actualidad, se identifican diversas actividades que pueden estar asociadas a un incremento de la presencia de nuevas enfermedades. Estas incluyen el aumento del consumo de proteínas animales, la intensificación no sustentable de la actividad agrícola, el aumento de la explotación de especies silvestres, el uso insostenible de recursos naturales, el aumento de los desplazamientos y el transporte asociado, las alteraciones en el suministro de alimentos, y el cambio climático (www.unep.org).
Si no actuamos, la amenaza de aparición de una nueva pandemia es inminente, y urge reaccionar con decisión. La OMS, consciente de esta urgencia, promueve con fuerza el diseño e implementación de programas, políticas, legislación e investigación para que los múltiples sectores se comuniquen y trabajen conjuntamente para neutralizar las amenazas para la salud y los ecosistemas. Esto requiere enmarcar los esfuerzos de colaboración multidisciplinaria a nivel local, nacional y global, abordando mejoras en los entornos sanitarios de las personas, de los animales y del medio ambiente.
Las oportunidades de innovación sustentable que surgen son innumerables y ciertamente desafiantes, requieren un enfoque transversal, basado en el conocimiento, con una aproximación multisectorial vanguardista que se nutra de la colaboración entre la academia, el sector público, la industria y la sociedad. Esta aproximación requiere una toma de consciencia profunda, un cambio cultural significativo, con acciones claras que de no abordarse con decisión nos obligará a seguir experimentando lamentables consecuencias.
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