9 de septiembre de 2021
Ante la necesidad de que una organización avance, existe una constante toma de decisiones por parte de sus liderazgos. Cuando estas decisiones están sujetas al criterio personal, se pueden abrir nuevos flancos para la compañía. Las razones de este camino son múltiples, pero entre las soluciones disponibles está tomar decisiones basadas en evidencia.
Para cumplir con las exigencias del complejo mundo actual, las personas, equipos e instituciones deben procesar los problemas permanentemente y determinar el siguiente paso, que muchas veces hoy van en la línea de la innovación. Por su espíritu, las decisiones deben contribuir al éxito y reducir las posibilidades de fracaso y para tener un panorama confiable es necesario contar con datos y directrices que indiquen los pasos para innovar.
Por ello, destacamos tres errores comunes a la hora de tomar decisiones para innovar:
Ir en contra de la estrategia de innovación
Este proceso de transformación cultural en una empresa busca instalar la innovación como un pilar fundamental de la estrategia del negocio. Este documento identifica las ventajas competitivas y oportunidades de mejora, siendo una herramienta de negocio relevante para el diseño de acciones. Esto requiere de liderazgos coordinados que obedezcan a la estrategia para obtener sus frutos.
Responsabilizarse de asuntos de otros
Las grandes empresas cuentan con estructuras de personas que dividen tareas específicas. La estrategia de innovación debe cargar a los equipos con distintas responsabilidades y metas para poder cumplirla y es necesario respetar esos roles a la hora de tomar decisiones, es decir, es importante que los liderazgos tomen las decisiones que le competen dentro de la ruta, con evidencia para una gestión certera.
Bloquear relaciones
El camino de la innovación es intrínsecamente colaborador, donde se valoran los vínculos con otros actores del ecosistema con el objetivo de incrementar las capacidades de la empresa para innovar. Tal como indica el texto anterior, la asociatividad es fundamental y las decisiones que bloquean este tipo de relaciones, reducen el éxito de la innovación.
El Centro de Innovación UC realiza un diagnóstico profundo, que contempla las seis dimensiones con el objetivo de medir el nivel de desarrollo de innovación y al mismo tiempo, detectar las brechas y oportunidades que existen al respecto.
Con los resultados que arroja el diagnóstico, se construye de manera colaborativa un plan de trabajo u hoja de ruta, haciendo un match entre las necesidades específicas de cada organización y las distintas soluciones que ofrece tanto el Centro de Innovación UC, así como también la Pontificia Universidad Católica de Chile. De esta manera, estas decisiones debiesen ayudar a generar una empresa innovadora con más certeza.